Las series originales.
Me he adelantado en el tiempo, y he
aplicado este título “los Charleroi II a V” para referirme al origen de los 130
tranvías incluidos en este Capítulo. Realmente, la denominación “Charleroi II a
V” la aplicó la EMT a partir de 1948.
Estaba acabándose el Siglo XIX cuando
“los belgas” desembarcaron en el mundo de los tranvías madrileños. “Los belgas”
eran unas multinacionales formadas por capitalistas belgas que actuaban a
través de empresas explotadoras de tranvías en Bélgica (y en otros países), que
también construían vehículos y montaban líneas de tranvías eléctricos. Y esas
multinacionales no sólo estaban interesadas en la explotación de líneas de
tranvías madrileños electrificadas, sino que, capitalismo manda, una parte de
su negocio se basaba en suministrar los tranvías eléctricos, fabricados por los
socios belgas.
Fuimos afortunados en que los belgas
de la Sociedad General de Tranvías Eléctricos de España (“la General”)
desembarcaran en Madrid cuando ya habíamos inaugurado la tracción eléctrica
traída por los ingleses, con lo cual el diseño eléctrico de la red continuó
siendo el inglés. Porque en el momento de su desembarco los belgas no tenían
socios fabricantes de equipos eléctricos, con lo que trajeron tanto tranvías
con equipos eléctricos General Electric (coches modelos Union I y Union II) como
con equipos eléctricos Westinghouse (coches modelos Westinghouse I y Westinghouse
II), todos ellos con motores de 27 CV.
Pero la situación cambió cuando uno
de los socios, el Barón Edouard Empain, compró en 1904 una empresa belga de
nombre Électricité et Hydraulique,
fabricante de tranvías y de sus equipos eléctricos, que cambió su denominación
por la de Ateliers de Constructions
Electriques de Charleroi (ACEC). A partir de ese momento, los belgas de la
General trajeron tranvías con grandes rótulos “ACEC” y “Charleroi” en las tapas
de bronce de sus controlas. Y llegaron a Madrid hasta seis (y pico)
generaciones de tranvías denominados oficialmente “Charleroi”.
Dejemos de lado la serie de los 25 “Charleroi I” de 1906, con una caja
similar a la de las anteriores series Westinghouse y Union y con motores de 27
CV.
El público madrileño, y el
Ayuntamiento, pedían la utilización de jardineras en el buen tiempo, y además
las Empresas sentían la necesidad de aumentar la capacidad de los tranvías,
acudiendo a la utilización de remolques, tanto utilizando como remolques antiguos
tranvías de mulas desde 1901, como adquiriendo una serie de treinta remolques,
inicialmente jardineras, en 1909. Estas consideraciones llevaron a los belgas a
traer tranvías de un nuevo diseño, con grandes ventanas laterales que podían
abrirse en el buen tiempo, motores de mayor potencia (52 CV) y trucks Brill
21E, capaces de arrastrar remolques.
Coche
Charleroi II con remolque 73 ante la Estación del Norte.
En el cuadro siguiente muestro las
distintas series de tranvías Charleroi. Advierto que en este Capítulo sólo
estoy tratando las cuatro primeras series, 130 coches, Charleroi II a Charleroi V.
Los coches llamados Belgas los
trataré en otro Capítulo, y los Charleroi
VI serán objeto de un estudio aparte en una próxima entrada del blog.
En ese cuadro es fácil observar cómo
las tres primeras series llegaron entre 1908 y 1914, mientras los Charleroi V (y los Belgas) llegaron en 1922. Y entre 1914 y 1922 algo más ocurrió en
los tranvías madrileños. Los capitalistas belgas fueron sustituidos por los
españoles, por la Sociedad Madrileña de Tranvías (SMT). A partir de 1914, con
el inicio de la Primera Guerra Mundial, los belgas no se habían preocupado de
las necesidades de mejora del servicio que los madrileños y el Ayuntamiento
reclamaban. Como resultado, un grupo de capitalistas españoles decidió comprar
la General, inyectando el capital necesario. La operación estuvo bien planeada:
a los capitalistas belgas, que eran los dueños de las distintas Empresas titulares
de las concesiones, se les canjearon sus acciones por acciones de la SMT, nueva
cabeza del holding, de forma que la propiedad de las empresas concesionarias
quedó en manos españolas.
Pasemos revista a cómo fueron
poniéndose en servicio cada una de las series de este nuevo modelo de tranvías.
Leemos en La Época del 20 de
diciembre de 1908: “La Compañía general
de tranvías ha puesto en circulación, en la línea Hipódromo - Bombilla, unos
coches nuevos, cómodos y bonitos, del modelo construido en Charleroi. Tienen
más peso que los actuales, pero mayor poder de tracción”. Y otro periódico,
El Dia de Madrid del 21/12/1908, nos
amplía la información: “Los nuevos coches
tranvías puestos en circulación en la línea Hipódromo - Bombilla son del modelo
construido en Charleroi, y tienen mayor peso que los actuales, pero un mayor
poder de tracción; de suerte que podrán remolcar dos jardineras, siendo a su
vez tan ventilados como estas, pues los dos cristales de cada ventanilla pueden
separarse, facilitando el paso del aire. El número de asientos es de 16, y
giran, de modo que el viajero va siempre en la dirección en que marcha el
vehículo”. La descripción es perfectamente identificativa. Se trata de los
veinticinco Charleroi II, numerados
326 a 350. Lo de las dos jardineras no fue cierto: el Ayuntamiento nunca lo
hubiera autorizado.
Coche
334, Charleroi II en estado de origen con pantallas, probablemente ante la
cochera de Serrano. 11/12/1908. Foto Ramón Alva, ABC.
A la
derecha, coche 332, Charleroi II, con el nuevo testero ochavado.
Extensa información en El
Imparcial del 26 de abril de 1912. “Los
nuevos tranvías de Madrid”. Llegaron hacía pocos días, y los están acabando
en talleres. Son 25 coches, números 351 a 375 (los Charleroi III). Quizás empiecen a funcionar en los primeros días de
mayo. Son como los de la línea Hipódromo - Sol - Bombilla, y “sólo se diferencian en la parte exterior de
las plataformas, que en los nuevos es ochavada”. Los cinco primeros irán a
la línea Sol - Velázquez - Serrano, y los demás a la Goya - Rosales. Pero la
información municipal no es tan optimista. “El
Alcalde ha recibido un oficio del Director de los Tranvías del Este, fecha 23
del corriente, en el que se le participaba que dicha Sociedad había recibido 25
coches con motores nuevos, y rogándole que por los técnicos municipales se
procediera al reconocimiento de los citados vehículos. Verificado este
reconocimiento por el Ingeniero jefe de servicios eléctricos e industriales, comunicó
dicho señor, con fecha 27, a la alcaldía presidencia, que de los 25 coches,
sólo uno, el número 351, está completamente terminado; otros cuatro podrán
estar dentro de pocos días; y en cuanto a los 20 restantes, cree el expresado
funcionario que estarán montados y dispuestos para circular antes de un mes. La
alcaldía hace estas manifestaciones para que no recaiga sobre ella la
responsabilidad por el retraso en circular los referidos vehículos”. Con
esta controversia, ya no fue noticia su puesta en servicio.
Otra noticia interesante en el número
de El Imparcial del 8 de marzo de 1914: “Y ya que de este servicio nos ocupamos, sepan los lectores que se
encuentran en Madrid los tranvías de siete metros de longitud, con doble juego
giratorio de ruedas, semejantes a los que circulan en los Estados Unidos de
América. Los coches en cuestión son, por su aspecto y condiciones, muy
parecidos a los “sleeping-cars” o coches-camas de los ferrocarriles. Los nuevos
vehículos, que vienen a resolver un problema en Madrid, donde algunos de los
coches actuales resultan ya muy reducidos y hasta cierto punto incómodos, se
inaugurarán en breve, acaso dentro del mes corriente”. Extraña noticia, que
se refiere a los treinta Charleroi IV,
números 376 - 405. Pero esos coches de 7 metros (correcto) no llevan “doble
juego giratorio de ruedas” (sí, claro, bogíes). ¿Sería que al periodista le
mostraron también en cocheras un coche de bogíes, que años después se aseguró
que llegó a estar en Madrid? No he encontrado la fecha de entrada en servicio
de esos tranvías, pero el 4 de Junio de 1914 el coche 378 ocasionó un
atropello.
Coche
Charleroi IV nº 384 en estado original. Todos los coches de las series Charleroi
III, Charleroi IV y Charleroi V tenían este aspecto.
La Sociedad Madrileña de Tranvías
(SMT) ha sucedido a la Sociedad General de Tranvías Eléctricos de España. Los
Diputados Conde de Vallellano y D. Alfredo Serrano Jover preguntan datos sobre
los tranvías de Madrid en 23 de Mayo de 1921. Entre la escasa información que
les proporciona el Ayuntamiento figura que existen 345 coches motores de vía
ancha y 50 de vía estrecha; correcto. Y que hay 82 remolques “de los que 30 son cerrados, y son los que se
utilizan todo el año”. Esos 30 remolques cerrados tienen que proceder de
las 30 jardineras belgas, que la SMT convirtió en remolques cerrados.
La Sociedad General de Tranvías
Eléctricos de España (“los belgas”) había intentado en 1920 elevar las tarifas
de los tranvías, algo a lo que tenía perfecto derecho, pero que resultaba
impresentable por la baja calidad del servicio que prestaba y por su
enfrentamiento con el Ayuntamiento en una serie de temas. La nueva Sociedad
Madrileña de Tranvías reiteró en 1921 la petición de incremento de tarifas, y,
con sucesivas concesiones por su parte, consiguió llegar a un acuerdo con el
Ayuntamiento que básicamente consistía en incorporar al parque tranviario
ochenta (80) nuevos vehículos; Según fuera poniendo en servicio esos vehículos,
se autorizaría el incremento de tarifas en las líneas que hubieran sido
beneficiarias de la mejora.
La SMT cuida sus relaciones públicas.
Información en La Época del 11 de julio de 1921. Visita de políticos y
periodistas a las cocheras de Magallanes. “Ya
ha empezado también la empresa a recibir coches nuevos, que son hasta ahora
iguales a los que existen. […] La nueva Sociedad, inspirándose en el
criterio de nacionalización que ha presidido a su nacimiento, se propone no
adquirir en el extranjero sino aquello que sea materialmente indispensable”.
Efectivamente, los 80 coches disponían de equipos eléctricos Charleroi y trucks
Brill 21E, de importación, todos estos elementos del modelo más moderno.
Cincuenta (50) coches llevaban caja española, de Lladró; tranvías designados Charleroi V, con numeración 406 - 455. Y
treinta (30) coches llevaban caja belga, de un modelo anticuado, más propio de
1900; tranvías designados Belgas, con
numeración 456 - 485.
Así
pues, los ochenta tranvías correspondían a dos tipos distintos:
50
coches Charleroi V, caja construida
en España por Lladró. Números 406 a 455.
30
coches Belgas, importados de Bélgica.
Números 456 a 485.
Los detalles de entrada en servicio son los
siguientes:
Coche
439, Charleroi V, entra en la Puerta del Sol por la calle de Preciados.
Septiembre de 1934.
Septiembre de 1934.
Reformas en la preguerra.
Una característica de la SMT fue sus
intervenciones en modificar, en mejorar, en modernizar sus tranvías, tanto en
sus equipos eléctricos como en sus carrocerías. Probablemente su primera gran
actuación en este último aspecto fuera la transformación de las jardineras
motoras en coches salón, cerrados, operación llevada a cabo en 1923. También
hizo idéntica actuación en los remolques – jardinera (los 30 de la Franco-Belga),
transformados en remolques cerrados.
Inicialmente, la SMT no hizo
publicidad de estas actuaciones, pero la actividad de La Foto Eléctrica,
fotógrafo oficial de la SMT, nos permite conocer los distintos ensayos sobre
algunos vehículos. Así, nos han llegado fotos que recogen cambios de carrocería
en coches Westinghouse y Charleroi I. También llevó a cabo retoques parciales,
como los cambios de los testeros (de pantallas a ochavados) en los Charleroi II
y más tarde en los Belgas.
Pronto vio la SMT que era conveniente
transformar las cajas de las series Charleroi II a V; bueno, también de los
Charleroi VI y Belgas, pero de estos coches hablaremos más adelante.
Estéticamente, el éxito inicial de los Charleroi II a V se basaba en sus
grandes ventanales. La SMT comprendió que era excesiva la superficie
acristalada (¿calor y coste de reemplazo de cristales rotos?) y necesitaba
reforzar la parte alta de las plataformas. Así que redujo la altura de los
cristales y montó en toda la parte alta del vehículo, todo alrededor del
vehículo, un bandó que servía de refuerzo y, es cierto, mejoraba la estética,
Podríamos considerar que el “prototipo” de esta actuación fue la modificación
del Charleroi I nº 325, aunque en este caso el resultado fue estéticamente
deplorable por el pequeño tamaño de las ventanas, que no podían abrirse.
Coche 325, Charleroi I modernizado.
Coche
364, Charleroi III, Una de las cajas “de prueba” antes de adoptar el modelo
definitivo
El caso es que la SMT se dedicó a ir
sustituyendo las cajas originales de los tranvías de las series Charleroi II a Charleroi V por un nuevo modelo. Lo más práctico es mostrar el
cambio en la imagen siguiente, aunque de no mucha calidad. Está tomada de la
Revista Ferrocarriles y Tranvías de
diciembre de 1943. Porque la SMT trabajó en este cambio desde los años 1930s
(incluido el período de nuestra Guerra), y los años 1940s hasta la entrega del
servicio a la EMT en 1948. En el par de figuras 11 y 12 aparece el antes y el
después de un tranvía “Charleroi II a V”. En la imagen, el “después”
corresponde a la etapa posguerra en azul y crema.
“Antes”
y “después” de los Charleroi.
Coche
421, Charleroi V reformado, años 1930s.
Los
dos coches de la derecha son Charleroi reformados en los años 1930s. Se observa
cómo
es la estructura de madera de la nueva caja. El 542 a la izquierda es un
General Electric.
En 1934 un acuerdo entre la Sociedad
Madrileña de Tranvías y el Ayuntamiento, en el seno del Consejo de
Administración de la Empresa Mixta de Transportes, permitió la implantación de
un “servicio tranviario de lujo”, con cómodos tranvías decorados en rojo y
blanco, versión “de lujo” (series 800 y 900) de los tranvías General Electric
712A. Pero simultáneamente la SMT estaba transformando en sus talleres de
Magallanes coches Charleroi, según un nuevo modelo basado en la transformación
ya conocida de la caja. En la noticia de prensa leemos: “Se están montando y pintando en Madrid 14 y sabemos que otras varias
docenas se están construyendo en Beasain. Hay dos modelos; uno de reforma de
los coches que actualmente circulan, y otro completamente nuevo. A éste nos
referimos especialmente. El equipo eléctrico y mecánico de ellos es semejante
al que desde hace unos meses hacen el servicio de Torrijos, pero la carrocería
permite una mayor cabida, Son perfectamente cerrados, mediante puertas
correderas, sin tabique de separación entre los asientos y las plataformas. No
se podrá viajar en los estribos. Están pintados en rojo y blanco, con un
aspecto parecido al de los autobuses urbanos.” El gacetillero no se enteró,
pero la foto siguiente muestra el nuevo modelo de tranvía cerrado, con puertas
correderas:
Coche
584, uno de los Charleroi transformados por la SMT en decoración rojo y blanco
con puertas correderas.
¿Cuántos tranvías Charleroi se
reformaron de esta manera? Ni idea, no he encontrado la cifra en ningún
documento. El gacetillero decía que 14, pero teniendo en cuenta el montón de
inexactitudes que hay en sus textos, no merece el mínimo crédito.
Otra cuestión: ¿por qué el número
584? Hasta ese momento, la numeración consecutiva de los tranvías madrileños
llegaba hasta el número 561. Por encima del 500 estaban los Charleroi VI, que
la SMT había destinado a renumerar en la serie 700, y los General Electric,
cuyas segundas series ya estaban en las series 800 y 900. Hay quien ha sugerido
que la SMT asignó a estos Charleroi transformados en rojo y blanco la
numeración libre, a partir del 562. Pudiera ser, pero estimo más creíble que
les asignara numeración correlativa a partir del 500, visto que así lo hizo
también después de la Guerra con la transformación y nueva decoración en azul y
crema, corroborado por un dato, que veremos, que reconoce que la serie de
Charleroi II a V estaba formada por los Charleroi de cada serie, en su orden.
Así que ese tranvía nº 584 podría proceder de la transformación del Charleroi V
nº 410.
Charleroi
reformado rojo y blanco.
Saludos.
José Antonio.