domingo, 15 de julio de 2018

El ómnibus Canterac.

Introducción.

A finales del Siglo XIX coexistían en Madrid los tranvías de tracción animal con sus predecesores, los ómnibus del mismo tipo de tracción. Uno y otro medio de transporte tenía sus ventajas y sus inconvenientes. El tranvía aseguraba una rodadura más suave; pero requería la inversión en una vía y sufrir un incómodo procedimiento reglamentario de obtención de la concesión. Además, el tranvía estaba constreñido a circular por una vía, no podía apartarse de ella.

En distintas ciudades las empresas tranviarias estaban interesadas en emplear también ómnibus como un medio de complementar su negocio de transporte, en ocasiones ampliándolo al transporte de mercancías. Y si las empresas tranviarias tuvieron que luchar legalmente con la ocupación abusiva de sus vías por los Ripert de las empresas de ómnibus, por el contrario, les interesaba poder aprovechar sus vías para facilitar la circulación de sus propios ómnibus.

Ese tipo de funcionamiento me era conocido por su utilización tanto en París como en Bruselas. En lengua francesa se hablaba de “tramways déraillables" que eran en realidad “omnibus de pavé enraillables", es decir, “tranvías descarrilables” u “ómnibus encarrilables”. En Madrid, tanto la empresa de Tranvías del Este como la de Estaciones y Mercados pusieron en servicio ómnibus (otro día hablaremos de ello); la de Estaciones y Mercados probó uno de esos “ómnibus encarrilables”, y parece que adquirió algunas unidades, como al final veremos. Se trataba del “ómnibus sistema Canterac”, aunque la prensa de la época lo denominaba “camión Canterac”. Estamos hablando de 1880 - 1881.

No tengo más remedio que hacer una digresión para explicar a qué se denominaba “camión” en aquella época. En los tiempos de la tracción animal, el camión era un carro de gran tamaño y capacidad, arrastrado por mulas, que se utilizaba para transportes de gran volumen o peso. Cuando aparecieron los vehículos automóviles, con motor de combustión o de explosión, el vehículo equivalente al camión de tracción animal de denominó “autocamión” (igual que el vehículo equivalente al ómnibus se denominó “autómnibus”). Curiosamente, el DRAE todavía tiene la entrada “autocamión”, pero ya no contiene la entrada “autómnibus”.

El ómnibus Canterac. Grabado de La Ilustración Española y Americana, 8/4/1881.  

Como antecedente, en la Revista de Obras Públicas de 1º de junio de 1880 aparece esta noticia:



Primeros ensayos.

El antecedente al tema del "ómnibus Canterac" en el Tranvía de Estaciones y Mercados (TEM) lo encontramos en la Memoria presentada a la Junta General de Accionistas del TEM celebrada el 25 de junio de 1879. Esa Memoria nos brinda el pensamiento de Arturo Soria (Director del TEM) respecto al servicio de mercancías que tenía autorizado ese Tranvía. Han adquirido por 2.500 pesetas un camión construido en París por el Sr. Monteil para ensayar “hacer circular un carruaje, indistintamente, y a voluntad del conductor, por los carriles o por el empedrado”, para evitar el gasto de implantar vías en los muelles de las Estaciones del Ferrocarril y de los Mercados. Y lo remacha hablando del transporte de Mercancías, que comenzará cuando den resultado satisfactorio los ensayos “para conseguir que un vehículo haga oficio de camión cuando corra por la vía ordinaria, al mismo tiempo que de wagon cuando se apoye, sin descarrilar, sobre las barras-carriles”. No dieron resultado estos ensayos, que se repitieron al año siguiente, ya con el sistema Canterac.

Primera noticia del ensayo en Madrid, el 19 de mayo de 1880, de uno de esos camiones, de fabricación española, aptos para rodar por la calzada y por la vía (lo que hoy denominan “bivial”). Esta es la reseña de la prueba, publicada en El Liberal del 20 de mayo de 1880:





La patente.

Siguiente paso, patentar el invento. En la relación aparecida en La Iberia del 25 de agosto de 1880 de patentes de invención concedidas por el Ministerio de Fomento figura la siguiente:


Afortunadamente, ha sido posible localizar documentación correspondiente a la Patente y dos Certificados de Adición posteriores.








El conde de Canterac publicó un folleto para dar publicidad a su invento. Así nos lo cuenta El Liberal del 6 de diciembre de 1880:



Demostraciones finales.

Noticia de una nueva demostración del “sistema Canterac” en el periódico La Época, que en el número del 7 de diciembre de 1880 dice:



El diario El Liberal del 5 de marzo de 1881 nos anuncia: “Hoy se verificará, a las diez y media, la prueba pública de los ómnibus y camiones (sistema Canterac)”. La más detallada reseña de esa demostración, sobre las vías del Tranvía de Estaciones y Mercados, la encontramos al día siguiente también en El Liberal, aunque resulta difícil identificar cuántos vehículos de la caravana de demostración eran del sistema Canterac.

En los distintos periódicos del día 6 de marzo de 1880 aparecen amplias y variadas reseñas sobre la prueba, pero es preciso leerlas todas para tener una completa información. Por un lado, nos enteramos de que asistió el Ministro de Fomento, Albareda, (el que estuvo en la inauguración del Tranvía de Madrid en calidad de Vicepresidente del Congreso). Por otro, nos informan de que los vehículos de nuevo diseño “salieron de la fábrica del inventor, calle de San Rafael, esquina a la de las Navas de Tolosa” (hoy, calle de Rodríguez San Pedro esquina a calle de San Bernardo), y cruzando todo Madrid fueron a las cocheras del Pacífico. En otra reseña, cuántos vehículos se utilizaron en la caravana, “adquiridos por la empresa del tranvía de estaciones y mercados”: “un coche del tranvía, dos camiones y un elegante ómnibus, de nuevo sistema”.

Reproduzco la reseña publicada en el Diario Oficial de Avisos del 6 de marzo de 1881. En el texto se lee “Esta mañana hemos presenciado…”. Es así porque en la edición de la mañana del 6 de marzo reproduce la crónica publicada en la edición de tarde del día anterior.




Gracias a La Ilustración Española y Americana del 8 de abril de 1881 conocemos cómo eran el ómnibus y el camión diseñados por Canterac. Los grabados podrían proceder de la solicitud de patente.




Un ómnibus Canterac en servicio.

El Tranvía de Estaciones y Mercados había adquirido un ómnibus-tranvía sistema Canterac para viajeros. Tan extraño vehículo obligó a que en su aprobación intervinieran muy distintos órganos municipales. En principio, se presentó al Comisario de Carruajes, para que fuera reconocido y se autorizara a ponerlo en explotación, en servicio público. La descripción que de ese vehículo hace el citado Comisario dice lo siguiente, tal y como lo cuenta la Comisión de Tranvías: “Que el indicado carruage-ómnibus reunía las condiciones necesarias de seguridad y decencia; mas como estos carruages tienen doble juego de ruedas delanteras para marchar con una pestaña por los rails del Tranvía y con otras de llanta por el empedrado, y pueden por lo tanto ser empleados en servicios generales o especiales y han de rodar por una parte de la vía pública”, debía intervenir la Comisión de Policía Urbana.

La Comisión de Policía Urbana propuso: “Primero. Que los citados coches lleven numeración especial y correlativa entre sí. = Segundo. Que en ambos costados tengan el rótulo “Sociedad del Tranvía de Estaciones y Mercados.” = Tercero. Que por estos carruages se abone a los fondos municipales la mitad de la cuota impuesta a los coches a la calesera, o sea, cincuenta céntimos de peseta por cada asiento. = Cuarto. Que para los servicios públicos no pueden esceder los precios de viageros de las tarifas de coches a la calesera, observando las demás disposiciones de este ramo.”

Finalmente, la Comisión de Tranvías declaró que “no encontrando en la legislación especial de Tranvías disposición alguna que se refiera al caso; no halla dificultad alguna en que se acuerde se ponga al servicio público el ómnibus-tranvía sistema Canterac en cuestión, bajo las expresadas condiciones y demás que se consignan en las ordenanzas municipales acerca de los vehículos que circulan por la Capital”. Y el Ayuntamiento se mostró conforme con la Comisión, en la sesión del 21 de noviembre de 1881, autorizando la puesta en servicio

Resulta extraño que la Sociedad del Tranvía de Estaciones y Mercados planteara este tipo de vehículo para el transporte de viajeros. Hubiera resultado hasta lógico que lo planteara para el transporte de mercancías, como en la noticia referida a París; pero era evidente que en Madrid nunca se implantó el servicio de mercancías.

Siguiente capítulo  Ómnibus.: 

Saludos.
José Antonio.

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