Volvamos a Eugenia de Montijo, que un día fue viajera en un humilde tranvía jerezano. Cuando conté esa anécdota, quedamos en que algún día escribiría sobre un detalle del españolismo de Eugenia de Montijo, en relación con un tema ferroviario. Recordemos que Eugenia de Montijo era la Emperatriz Eugenia, una española casada con Luis Napoleón III, Emperador de los franceses.
Por lo que se ve, Eugenia de Montijo se aburría. Y estando con su corte en Biarritz, decidió que quería ver España. Y organizó una excursión al monte La Rhune, excursión a lomos de mulas, por caminos de montaña. Este monte, situado en las proximidades de San Juan de Luz tiene unos 900 metros de altura, y desde su cima se divisa una cierta extensión de Guipúzcoa y de Navarra. Fue el 30 de septiembre de 1859. Información en esta web.
En recuerdo de esta imperial ascensión se erigió un monolito, que puede contemplarse aquí.
Aunque era y es posible la subida a pie, para acceder más cómodamente al monte de La Rhune, hace cien años se montó un ferrocarril de cremallera, con su estación inicial en el Collado de San Ignacio.
Aunque era y es posible la subida a pie, para acceder más cómodamente al monte de La Rhune, hace cien años se montó un ferrocarril de cremallera, con su estación inicial en el Collado de San Ignacio.
La línea y la estación término de ese cremallera, en lo alto de La Rhune, son de vía única. En la prolongación de esa estación término superior existe una estación de televisión, de la televisión francesa, que desde ese punto dominante lanza (¿lanzaba?) sus emisiones sobre territorio español.
La cumbre de La Rhune está cruzada por la frontera entre Francia y España. Es decir, subes en el tren, desde el andén subes por una escalinata, y en el llano que encuentras en la parte alta de la escalinata, el terreno es España.
En mis visitas entre 1969 y 1972, en lo alto de la escalera había unos gendarmes. Y resulta que se subía a La Rhune, aparte de para ver España (como Eugenia de Montijo)... para comer. Porque en el lado español de la cumbre había varios restaurantes españoles, creo recordar que término municipal de Vera de Bidasoa. En aquel tiempo todavía había que utilizar el pasaporte para entrar en Francia, y por lo visto el avituallamiento de esos restaurantes se realizaba con el teleférico de la siguiente tarjeta:
La información y comentarios aquí incluidos coresponden a la situación en mis visitas entre 1969 y 1972.
Saludos.
José Antonio.