miércoles, 8 de diciembre de 2021

Madrid, Transportes Urbanos.

 

“Madrid, Transportes Urbanos”. Tal es el título de este blog y tal es el título de mi publicación en cuatro volúmenes, que recoge mi investigación de los transportes urbanos de superficie madrileños.

La verdad es que, bien mirado, no tiene mucha relación el contenido del blog con el contenido de mi obra publicada. O, más bien, al contrario; no parece que tenga mucha relación el contenido de mi obra publicada con el contenido de este blog, a pesar de la igualdad de títulos.

Porque el contenido del blog desborda ampliamente el contenido de mi obra publicada. Lo desborda en el espacio; no es sólo Madrid, sino el resto de España, el resto de Europa, y podría llegar al lejano Japón. Y lo desborda también en el tiempo, sobre todo en el período más moderno, que en Madrid resulta ser el período de la Empresa Municipal de Transportes, la EMT.

Aparentemente, la mayor amplitud de la información publicada en este blog respondería a mi deseo de publicar otras informaciones, fruto de mis investigaciones, de mi propia experiencia personal, y de mis fotos y de las fotos ajenas.

Alguien me ha criticado por no haber abordado en uno o más tomos el período de la EMT, de 1948 a la actualidad; o, por lo menos, hasta la desaparición de los tranvías, en 1972. Mi respuesta es fácil y cómoda. Por un lado, la EMT es el presente, a l alcance de cualquiera; a mí me interesaba el pasado, la Historia, tan desconocida y tan maltratada. Por otro lado, dudo que pudiera encontrar información suficiente, ni siquiera equivalente a la que he manejado.

Mi mente cuadriculada y ordenancista se retorció cuando Madrid (y después Barcelona, no lo olvidemos) se libraron del yugo concesional. Adiós a la cuidadosa y valiosa documentación existente en el Archivo General de la Administración (el AGA). y adiós a la disponibilidad de hemerotecas a partir de 1940; porque el ABC (único periódico madrileño que nos ofrece todas sus publicaciones de ese período en formato digital) no es precisamente una fuente suficiente de noticias sobre los transportes madrileños. Dejo para otros el enfrentarse a esa tarea de estudiar el período EMT.

Reconozco que el blog nació del deseo de tener un espacio en Internet en el que presentar mis investigaciones madrileñas. El tema lo llevaba rumiando desde tiempo atrás, y a finales de 2013, cuando tenía prácticamente terminado el Word con el contenido total de la investigación, consulté con mi gran amigo Xavi Florez la posibilidad de abrir mi propia web. Tras varios intercambios de información, el amigo Xavi me dijo: “Empieza por abrir un blog, y tú mismo decidirás después por dónde quieres seguir”.

Y así lo hice. Aproveché distintos textos de los que disponía por mi participación en los ya desaparecidos grupos Yahoo! y arranqué este blog en enero de 2014.

Todo tema nuevo tiene sus incógnitas y presenta sus problemas. Pronto vi que necesitaba ayuda para manejar correctamente el blog. Como no hay nada mejor en este mundo que tener amigos, recurrí a otro viejo amigo, José Manuel Seseña, experto en el tema de los tranvías madrileños, que participaba en el primer blog ajeno del que me hice seguidor, el de “Historias Matritenses”, y con toda mi cara dura le pedí ayuda. Su respuesta fue rápida y sincera: “Yo apenas entiendo de los aspectos que me preguntas, pero le voy a pedir a mi colega del blog Historias Matritenses, Ricardo Márquez, que te eche una mano”. Y Ricardo tuvo la infinita paciencia de ir resolviendo todas mis dudas. 

Así que este blog tuvo dos padres: Xavi Florez y Ricardo Márquez. Nunca acabaré de darles las gracias por su ayuda y sus sabios consejos.

La verdad es que, en los primeros tiempos de este blog, me engolfé presentando temas que, en su mayoría, me eran viejos conocidos, que se escribían solos. Luego, junto a diversos temas producto de mi investigación, presenté las características de diversos modelos de tranvías, incluyendo su posible existencia en Madrid y en España: Birney, Peter Witt, PCC.

También, fui dando un repaso a modelos de tranvías eléctricos madrileños, en su origen y en sus diversas transformaciones a lo largo de los años: Westinghouse, Charleroi, Belgas, General Electric, etc. Y, cómo no, aproveché para presentar mis fotos tranviarias (y autobuseras y trolebuseras) de distintas ciudades que visité, como turista o por mi trabajo profesional.

Pero el tiempo pasaba, y el Word en que había recogido el conjunto de mis investigaciones no progresaba; y no tenía por qué progresar, porque consideraba acabado el período de visita a archivos, hemerotecas y bibliotecas. En la práctica, no había nuevos añadidos o modificaciones más allá de retoques para eliminación de los errores mecanográficos que iba encontrando.

En enero de 2020 decidí que había que rematar el trabajo realizado, y proceder a darle un repaso general antes de publicarlo en Internet, como era mi proyecto inicial. Pero mi esposa (la Lola de las dedicatorias) y mi gran amigo Luis Miguel Aparisi Laporta decidieron que tenía que darle un formato de libro, con objeto de pasarlo por el Registro del Depósito legal, único procedimiento de evitar a los malhechores. Sería una edición, más bien una autoedición, “no venal”.

La preparación para llegar al resultado final de cuatro tomos que pudieran ser presentados al Depósito Legal llevó varios meses de trabajo. Con el texto inicial en Word, fue preciso ajustar tipo y tamaño de letra, márgenes, espaciado de párrafos, etc. Además, tuve que cuidar que cada nuevo capítulo empezara en página impar. Y que la referencia a libros y publicaciones periódicas estuvieran correctamente escritas.

A lo anterior se añadió que tuve que corregir mi defecto de escribir con mayúsculas los meses y los días de la semana. Parece fácil utilizar el comando “Reemplazar” de Word; pero Julio y Domingo hubo que reemplazarlos uno por uno, porque también son nombres propios de personas, y en Madrid tenemos una calle, muy corta pero muy tranviaria, llamada “7 de Julio”.

El caso es que no podía pensar en publicar un libro, tamaño A4, de más de 400 páginas, según me informó mi amigo Luis Miguel Aparisi Laporta. Así que tuve que “trocear” el texto, estableciendo particiones, precisamente en momentos significativos de la historia de los transportes urbanos madrileños.

Un primer tomo podía cerrarlo justo al inaugurar el primer tranvía eléctrico, en 1898. Pero era poco más de 450 páginas. Y el segundo tomo, hasta el final de la historia, llegaba a más de 600 páginas; hubo que partirlo, justo en la creación de la Sociedad Madrileña de Tranvías, en 1920. Nacieron así los tres tomos de texto, el primero con 412 páginas, y los otros dos con poco más de 300 cada uno. El tomo cuarto, de Apéndices, no hubo más remedio que dejarlo en apaisado, por la existencia de cuadros.

Cuando creía que ya estaba todo disponible para el envío de los PDF a la imprenta, mi amigo Luis Miguel Aparisi Camarena, cuya inestimable ayuda nunca acabaré de agradecer bastante, me indicó que todavía me quedaba otro repaso, el correspondiente a la clásica “revisión de galeradas”, que ya no se hace sobre una prueba de imprenta, y que es necesario hacer ahora antes de entregar los PDF, imprimiendo el texto, porque no es lo mismo revisar y corregir sobre la pantalla del ordenador que hacerlo sobre un papel impreso.

Así que tuve que ir a la copistería con el PDF y pedirles una copia de cada tomo a doble cara en blanco y negro, encuadernada con gusanillo. La primera prueba la recogí en la copistería cuando Filomena empezaba a dejarnos las primeras nieves.

Queda claro que yo preparé la autoedición sobre Word (Word 10); con lo avanzado que tenía el texto, no era cuestión de acudir a un programa de edición, de pago o gratuito, que me habría facilitado el trabajo, pero me habría retrasado todavía más.

Y así nacieron los cuatro tomos que, en edición limitada en papel, y en acceso libre en Internet, recogen mi investigación de los transportes urbanos madrileños de superficie, hasta la asunción por la EMT de los vehículos y la Explotación de la Sociedad Madrileña de Tranvías, del Trolebús de Vallecas y de la Compañía Madrileña de Urbanización.

En otra entrada del blog contaré las aventuras y desventuras de un auto editor, para animar a mis seguidores a convertirse en auto editores.

Y aquí está los PDF de cada uno de los cuatro tomos, tal y como fueron presentados en el registro del Depósito Legal:

 

PDF del Tomo I

PULSA AQUÍ 


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PDF del Tomo II

PULSA AQUÍ 


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PDF del Tomo III

PULSA AQUÍ 


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PDF del Tomo IV

PULSA AQUÍ 


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Los cuatro PDF anteriores, correspondientes a cada uno de los cuatro tomos, serán útiles para quien desee encargar en la copistería un libro, encuadernado a su gusto.

 

Fiel a mi deseo de publicar en Internet el conjunto de mi investigación, presento a continuación un PDF que no es mas que la suma de los cuatro anteriores, en “baja resolución”. Por lo expuesto, no presenta continuidad ni en la numeración de las páginas ni en la numeración de las notas a pie de página. Con este PDF es fácil seguir cualquier tema, empleando el buscador, de palabras o de frases

PDF del conjunto de los cuatro tomos

PULSA AQUÍ 


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Suerte.

En resumen: la publicación de la investigación histórica de "Madrid, Transportes Urbanos" está terminada, y es asunto cerrado. Pero este Blog, titulado también, "Madrid, Transportes Urbanos" seguirá abierto y funcionando.

 

 Saludos.  José Antonio

3 comentarios:

  1. Feliz Navidad, José Antonio, y no hay palabras para agradecerte tu fenomenal trabajo

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Rafael. Igualmente, para tí y para todos los seguidores de este Blog, Felices Pascuas y lo mejor para el nuevo año 2022.
      Saludos. José Antonio.

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  2. Gracias por "TAN MARAVILLOSA OBRE", desde México reciba un fraternal abrazo

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