martes, 4 de febrero de 2014

La verdadera historia del 477. (1)

La verdadera historia del 477.

El 477 de esta historia es el tranvía 477, el tranvía que hay enterrado en la estación de Metro y Metro Ligero de Pinar de Chamartín, en Madrid. El presente texto es una adaptación de un texto anterior, también publicado por entregas, tanto en el Foro Anden2 como en el Grupo Yahoo! de Tranvías-España.

Con este texto afronto el (vano) intento de deshacer un error: la verdadera identidad de ese tranvía enterrado que ostenta el número 477. Soy una de las pocas personas que han tenido la oportunidad de seguir de cerca las aventuras y desventuras de ese tranvía hasta su presente estado. Y creo que es mi obligación contribuir a aclarar la situación.

Como la verdadera historia del 477 es un poco enrevesada, voy a empezar presentando un guión - resumen de lo que quiero expresar.

A   El tranvía que está enterrado en la estación de Metro de Pinar de Chamartín no es el Zivago, es el auténtico 477.

Y la explicación es esta:

B   En 1970 la Empresa Municipal de Transportes (EMT) todavía conservaba dos tranvías de dos ejes, bi-direccionales:
        >  El que había sido utilizado en la película “Doctor Zhivago”, sin número.
        >  El 477.

C   En 1971 la EMT arregló el Zivago, pero, lamentablemente, le puso también el número 477. Lo decoró con una leyenda alusiva al Centenario del Tranvía, y lo hizo circular en el Centenario (1971) y en la Despedida (1972). Se utilizó en varias Exposiciones y películas. Su última aparición fue en  “Las bicicletas son para el verano” (1984).

D   En 1994 el Ayuntamiento de Madrid decidió volver a poner en condiciones de servicio un tranvía. Por el mal estado del Zivago, se recuperó el auténtico 477, se reconstruyó y se dejó en estado de marcha. Estuvo algún tiempo en el Museo de la Ciudad y en una cochera de Metro, hasta que ha sido sepultado en Pinar de Chamartín.

El 477 en el vestíbulo de la estación de Pinar de Chamartín. 11 de abril de 2007.

Vamos directamente al grano. El tranvía enterrado es el auténtico 477; no es el “Zivago”, y por tanto no es el tranvía que se utilizó en el Centenario o en la Despedida de los Tranvías de Madrid. Y por tanto la “placa conmemorativa” que le han plantado es más falsa que una moneda de 7 Euros. Sí, ya sé que el Zivago, el del Centenario (1971) y la Despedida (1972), el del aniversario de los Ingenieros Industriales (1975), el de Juvenalia (1981) y el de “Las bicicletas son para el verano” (1984), ese Zivago también llevaba el número 477. Pero esa es otra historia: la historia de un error en la EMT, hace poco más de 40 años.

El Zivago era un “Charleroi” (de los que en la EMT fueron la serie 500 - 629) y el 477 es un “belga” (que en la SMT y en la EMT fueron serie 456 - 485). Las diferencias entre una y otra serie (que veremos más adelante) eran claras. El 477 fue uno de los belgas que recibieron una caja del tipo “500” (igual a la del Zivago). Pero la caja actual del 477 está reconstruida y no es exactamente igual a la que llevaba antes de la reconstrucción. Así que la caja no nos vale para identificar el 477 o el Zivago. La SMT era la Sociedad Madrileña de Tranvías, la Empresa que explotó los transportes urbanos de Madrid antes de la Empresa Municipal de Transportes, EMT.

El elemento definitivo para la identificación es el truck (también denominado carretón). Vamos a verlo sobre las dos fotos adjuntas, elegidas para que se aprecien claramente los trucks respectivos. Cada foto corresponde a uno de los tranvías, ambos después de reparados:


 El Zivago. Despedida del Tranvía, 1 de junio de 1972.

 El 477, reparado, 3 de noviembre de 1995.

Por si alguien lo desconoce aclararé que, en un tranvía de dos ejes, el truck es el conjunto mecánico, situado bajo la caja del tranvía, que comprende las ruedas, los motores y el sistema de suspensión. En ambas fotos el truck está pintado de gris. La estabilidad física del truck se basa en los largueros, unas piezas sólidas, de gran longitud, que vemos a lo largo del vehículo, entre las puertas. Son unas barras con sendos yugos para acoger las cajas de grasa en las que ruedan las manguetas, los extremos del eje de las ruedas. Los largueros se unen entre sí por unas tirantas transversales que también sirven de soporte a los motores y a la timonería de freno. La caja, que suele llevar un par de vigas longitudinales a modo de chasis, se atornilla al truck  a través de unos muelles de suspensión.

A pesar de las diferencias entre los dos trucks, ambos son Brill 21E, aunque de distintas fechas de fabricación. A simple vista se observa que el truck del Zivago es más ligero que el truck del 477. Y además el truck del Zivago estaba alargado, “empalmado”, una operación que describiré gráficamente en otra entrada. Esta operación se realizó teóricamente en todos los coches de la serie 500. Y no se realizó en ningún belga (que yo sepa); evidentemente, no se hizo en el 477.

En las fotos anteriores, del Zivago y del 477 después de reparados, pudimos observar claramente el detalle de los trucks respectivos, que ahora volveremos a ver antes de las respectivas reparaciones, del Zivago y del 477.

Pues bien, el truck del 477 siempre ha formado parte del auténtico 477, que conocí a partir de 1968, cuando empecé a fotografiarlo. Y el truck del Zivago ha sido siempre parte del tranvía Zivago, que también conocí como acompañante del 477, mucho antes de que el Zivago fuera también numerado 477 en 1971. Es evidente que se trata de dos tranvías distintos.



El 477, noviembre de 1969.

El Zivago, noviembre de 1969.

No voy a dar un repaso a la historia de las series de tranvías Charleroi II a Charleroi V. Señalo tan sólo que son un total de 130 tranvías, encuadrados en cuatro series que se habían incorporado al parque entre 1908 y 1922. Fueron objeto de varias sustituciones y reformas de sus cajas en tiempos de la SMT, básicamente después de la Guerra, hasta acabar en un remozado final por la EMT tras su constitución en 1947, formando la serie 500 - 629, denominada genéricamente “Charleroi II a V”.

Siguiente capítulo: El “Charleroi” Zivago.


Saludos.
José Antonio.

6 comentarios:

  1. Madre mía, cuántas veces habré ido yo de enano con mis padres en esos viejos tranvías 500 desde Pza. Castilla hasta Fuencarral a ver a unos famliares, practicamente todas las tardes de domingo desde 1958 en adelante. Hasta me acuerdo de la publicidad que mostraban y en concreto, recuerdo perfectamente ese anuncio de Veterano Osborne. Así que ése es el tranvía que ha sobrevivido, qué cosas.

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    1. Celebro haberte hecho recordar aquellos tiempos.
      Tengo anotado que había al menos tres tranvías de ese modelo con anuncio de Veterano, los números 477, 574 y 588; pero es muy probable que el tranvía que recuerdas sea precisamente el de la foto, el 477, que estuvo algún tiempo en el servicio corto de esa línea.
      Saludos. José Antonio

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  2. Pues a lo mejor era interesante algún dia hacer un recuento de los anuncios en los tranvias de Madrid, yo recuerdo muchísimos de ellos como te digo, pero seguro que hay un montón más que he olvidado y me vendrían a la memoria.
    Saludos.

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    1. Sí que sería interesante, pero, en cierto modo, sería la historia de nunca acabar, ya que los anuncios cambiaban.
      En tiempos de la EMT, la Agencia de Publicidad "Los Tiroleses" era la que se ocupaba de los anuncios en tranvías y autobuses. Esta Agencia ha desaparecido hace no mucho tiempo. Si consiguiéramos los archivos, incluidas fotografias...
      Saludos. José Antonio

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    2. Tienes razón, sería la historia interminable aunque también un retrato del incipiente consumismo de aquellos años. En fin, supongo que me dejo llevar por la nostalgia de mi infancia, yo aprendí en buena medida a leer fijándome en los anuncios de los tranvías y preguntando a mis padres qué ponía en ellos (el 61 pasaba por delante de nuestro balcón), por eso los tengo en el recuerdo y me hace siempre mucha ilusión.

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    3. No era consumismo, al menos no principalmente. Al hacerse cargo la EMT de los servicios de tranvías y de autobuses, por razones políticas no podía aumentar las tarifas y, por otra parte, tenía que hacer frente a fuertes inversiones en nuevos vehículos. En esas condiciones, la contratación de publicidad aportaba un pequeño respiro a sus maltrechas arcas.

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