El madrileño
Parque del Buen Retiro era utilizado para albergar Exposiciones. Una de ellas
fue la Exposición de Filipinas, en 1887. El Presidente de la Comisión Regia
de la Exposición de Filipinas (que lo era el Ministro de Ultramar) solicitó
del Ayuntamiento autorización “para construir un tranvía,
sistema Decauville, desde la puerta del Parque de Madrid en la Plaza de la
Independencia a la antigua puerta del Observatorio Astronómico”, pasando
por el palacio de la Exposición. La propuesta se refería a un
trenecito de vía estrecha con tracción animal o vapor; recordemos que había en
Madrid un ferrocarril Decauville de vapor funcionando en la finca de La
Florida. Escribía La Epoca el 3 de abril de 1887: “El comité ejecutivo ha acordado iluminar durante las noches que dure la
Exposición, el Parque del Retiro, el estanque grande y las avenidas con luz
eléctrica, y ha solicitado del Ayuntamiento autorice el establecimiento de un
ramal de tranvía desde el del Este al Palacio de la Exposición”.
Comentario al margen: El “palacio de la exposición” no era otro que el Palacio
de Cristal del Retiro, que se construyó para esta Exposición, aunque no se pudo
terminar a tiempo y sólo se inauguró el 22 de septiembre, cuando la Exposición había
comenzado el 30 de junio. Paissssss.
En la prensa de la época se venía hablando de disponer
de un tranvía de acceso al interior del Parque del Retiro y el mejor pretexto
era la instalación o prolongación de un tranvía para acceso a la Exposición de
Filipinas; bien una prolongación del Tranvía del Este, bien la instalación de
un tranvía provisional por el interior del Parque del Retiro. La Revista Minera
era defensora a ultranza de la tracción eléctrica, y en su número del 8 de
abril de 1887 planteó el comentario más acertado. No le parecía correcto un
ramal del Tranvía del Este “pues el servicio
del Retiro para que diera verdadera comodidad y economía al público de Madrid,
y para que pudiera sostenerse constante todo el año, debería crearse de una
manera peculiar a esas condiciones especiales de tener tráfico fuerte durante 3
ó 4 horas al día solamente, y el resto ninguno absolutamente”. Y abogaba
por un circuito independiente, exclusivo para ese fin: “Los carruajes deben ser sencillísimos, teniendo en cuenta que es una
línea que sólo puede tener tráfico con buen tiempo, y lo más razonable serían
jardineras descubiertas. La tracción debe hacerse con locomotoras eléctricas de
acumuladores, para que los motores se empleen 20 horas para hacer la
electricidad que se pueda gastar en tres o cuatro horas, y para que sólo se
gaste fuerza en proporción al tráfico. Sólo así comprendemos una línea que
pueda en momentos dados tener 1.000 personas en sus coches y que pueda hacer
recorrer el circuito o parte de él por los 10 céntimos del tipo usual. La línea
a la Exposición Filipina servido con caballerías y carruajes de los tranvías
comunes necesita una tarifa de 50 céntimos para que no sea ruinosa”.
La Correspondencia de España del 23 de abril de 1887 escribe por su parte:
“Ayer tarde se han reunido en el
Ayuntamiento las comisiones de obras y de policía urbana, para ocuparse del
alumbrado eléctrico y tranvía para la Exposición de Filipinas, que ha de
verificarse en el Parque de Madrid”. El Ayuntamiento autoriza la
instalación en la sesión del 11 de mayo de 1887, con la condición de reponer
los paseos a su situación original, o bien que se ceda en beneficio de Madrid
la vía y material. La citada Comisión Regia solicitó posteriormente una
prolongación de ese ferrocarril, pero en 19 de octubre el Ayuntamiento no
accedió a ella.
La Exposición de Filipinas se inauguró el 30 de
junio de 1887 y se clausuró el 30 de octubre del mismo año. La autorización para el tranvía
del Retiro podía haber sido una de tantas que acababan en nada. Pero encuentro
en El Imparcial del 27 de noviembre de 1887 este anuncio: “Mulas americanas. Se venden las del tranvía del Retiro. Pº Recoletos
21 pral.”. Luego existió el Tranvía del Retiro, el Tranvía de la Exposición
de Filipinas.
Se inaugura la Exposición de Filipinas, y
empieza a prestar servicio el tranvía. La Revista Minera de 1 de agosto de 1887
se lamenta amargamente: “El tranvía del
Retiro, que en nuestro juicio, antes de instalarse debió consultarse con la
casa Siemens, u otra de las que tienen experiencia en esa modernísima
especialidad, [se refiere a especialidad en tracción eléctrica] se ha establecido de modo que se reduce a la
mera categoría de un ferro-carril infantil y un negocio pequeño lo que podía
ser un paso importante de progreso y una empresa lucrativa. Haciendo como
siempre las cosas en nuestro pais, con diez años de retraso, se ha reducido el
tranvía del Retiro a una línea que va desde la puerta del Parque a la de la
Exposición Filipina haciendo el arrastre por caballerías, tal como la línea de
juguete que estableció Mr. Decauville en 1878 en el Jardín de Aclimatación de
París. Esto nunca podrá ser sino una vía que a ciertas horas lleve a algunas
docenas de personas, que más por novelería que por otra cosa se sirven de ella;
pero de esto a una línea que facilite realmente la ida al Retiro a miles de
personas en un corto espacio de tiempo, hay la diferencia del día a la noche.”
Tan sólo he encontrado un dibujo de cómo eran
los vehículos de este tranvía de tracción animal. Se publicó, con otros dibujos
del Parque, en La Ilustración Española y Americana del 15 de
diciembre de 1887, acompañado de este texto: “Hoy denominado Parque de Madrid, que mide una extensión de 143
hectáreas, es uno de los primeros paseos de Europa, y a él se refieren los
apuntes del natural, por Diaque, reproducidos en la página 364: el estanque
grande, llamado antes Río grande, con su embarcadero y sin aquellas norias que
le surtían de agua, a las que el “concienzudo” Alejandro Dumas llamó
“iglesias”; la puerta de la Independencia, situada en la Plaza de igual nombre,
con la nueva y magnífica verja de hierro que limita el parque por la zona
meridional; el tranvía económico, que arranca desde la
misma entrada y se dirige hacia el recinto de las exposiciones por las calles
del Norte y la margen oriental del estanque; y otros pintorescos sitios
de paseo y grato solaz para los habitantes de la corte”.
¿Alguien conoce alguna fotografía, tarjeta postal u otro dibujo en el
que aparezcan con mayor claridad los vehículos de este tranvía?
Saludos.
José
Antonio.
De haberse llevado a cabo con tracción eléctrica, hubiese sido la primera aplicación en la Península.
ResponderEliminarManuel González Márquez.
Efectivamente. Pero ni a la Comisión organizadora ni al Ayuntamiento se les ocurrió proponer la tracción eléctrica por acumuladores.
EliminarLa primera propuesta de un tranvía con acumuladores en Madrid la hizo Isaac Peral en 1893.
Muchas gracias por el comentario, Manuel.
Saludos. José Antonio.