Cuando buceas en la historia de los transportes urbanos te vas encontrando con personajes de muy distintas características. Hay personajes caraduras, curiosos, divertidos, entrañables, extraños, odiosos, serios, sinvergüenzas... Hoy quiero traer a este blog un personaje curioso, relacionado con los tranvías y relacionado con mi barrio de Argüelles: Doña Polonia Sanz, dentista.
Cuando encuentro un personaje que me llama la atención procuro informarme sobre su vida y milagros. Afortunadamente, hay blogs serios, hay webs serias, hay Google-Libros. He encontrado información sobre esta señora en esta dirección.
Me encontré a Doña Polonia cuando pasé el buscador por una serie de títulos de periódicos madrileños de la segunda mitad del Siglo XIX, buscando temas tranviarios. Y me encontré una serie de anuncios más o menos amplios en las últimas páginas, las de anuncios, de los periódicos. En el diario La Iberia este texto de anuncio se publicaba frecuentemente; este anuncio es del 1 de agosto de 1879:
Cuando encuentro un personaje que me llama la atención procuro informarme sobre su vida y milagros. Afortunadamente, hay blogs serios, hay webs serias, hay Google-Libros. He encontrado información sobre esta señora en esta dirección.
Me encontré a Doña Polonia cuando pasé el buscador por una serie de títulos de periódicos madrileños de la segunda mitad del Siglo XIX, buscando temas tranviarios. Y me encontré una serie de anuncios más o menos amplios en las últimas páginas, las de anuncios, de los periódicos. En el diario La Iberia este texto de anuncio se publicaba frecuentemente; este anuncio es del 1 de agosto de 1879:
Pero el 13 de septiembre de 1879 aparece en el Diario Oficial de Avisos de Madrid un anuncio con un texto distinto:
Como investigador de los temas tranviarios, agradezco a Doña Polonia que me haya dicho que el 13 de septiembre de 1879 (¿pondría el anuncio el día 12?) ya circulaba el tranvía “de Argüelles”, es decir, el ramal del Tranvía de Madrid por la calle de Ferraz, desde la de Ventura Rodríguez hasta la del Marqués de Urquijo. No he encontrado en qué fecha se inició esa circulación desde que el Gobernador civil autorizara la instalación de esa línea en marzo de 1879.
Pero todavía tuvo Dª Polonia otra relación con los tranvías, o mejor, con los tranviarios. Leo en un periódico del 1 de diciembre de 1892: “Según anoche dice un periódico, la en un tiempo famosa dentista Dª Polonia Sanz, que murió hace pocos días, ha dejado en su testamento un legado a favor de los cobradores de una línea de tranvía que es de suponer sea la de Madrid. De esta manera ha querido pagar la célebre dentista las atenciones y cuidados que con ella tuvieron los citados dependientes”. Y en otro, dos semanas después: “Los conductores y cobradores del barrio de Salamanca a Argüelles, van a visitar esta semana a los albaceas testamentarios de la difunta doña Polonia Sanz (dentista) a fin de que les sean abonados los 50 duros que a dichos dependientes ha legado la testadora, siempre que estuvieran desempeñando dichos cargos desde hace seis años”.
Se supone que los cobradores respondían correctamente a los viajeros que les preguntaban dónde tenían que bajarse del tranvía para ir a la consulta de la dentista. La contestación: en la esquina de Princesa con Quintana; lo he comprobado hace pocos días.
Pero todavía tuvo Dª Polonia otra relación con los tranvías, o mejor, con los tranviarios. Leo en un periódico del 1 de diciembre de 1892: “Según anoche dice un periódico, la en un tiempo famosa dentista Dª Polonia Sanz, que murió hace pocos días, ha dejado en su testamento un legado a favor de los cobradores de una línea de tranvía que es de suponer sea la de Madrid. De esta manera ha querido pagar la célebre dentista las atenciones y cuidados que con ella tuvieron los citados dependientes”. Y en otro, dos semanas después: “Los conductores y cobradores del barrio de Salamanca a Argüelles, van a visitar esta semana a los albaceas testamentarios de la difunta doña Polonia Sanz (dentista) a fin de que les sean abonados los 50 duros que a dichos dependientes ha legado la testadora, siempre que estuvieran desempeñando dichos cargos desde hace seis años”.
Se supone que los cobradores respondían correctamente a los viajeros que les preguntaban dónde tenían que bajarse del tranvía para ir a la consulta de la dentista. La contestación: en la esquina de Princesa con Quintana; lo he comprobado hace pocos días.
Saludos.
José Antonio.
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